Depresión

Qué es la depresión

Es un sentimiento doloroso de tristeza intensa que surge al perder un ser querido, o algo importante para la persona. Dificulta pensar, relacionarse y realizar la actividad diaria. Disminuye el interés y la capacidad de disfrutar.

El dolor acapara la atención. Cuando el desinterés que aparece por las otras cosas de la vida es puntual y no afecta durante mucho tiempo a la actividad cotidiana de una forma generalizada, es un duelo normal. Si es intenso, desproporcionado y se mantiene más de lo normal, entonces estamos ante un problema.

En las depresiones más graves, es frecuente no identificar claramente la causa. Así como, que se repitan los episodios depresivos, o que se cronifiquen. El sufrimiento incapacita, aísla, busca la salida a través de adicciones, actuaciones (por ejemplo fugarse de casa), conductas arriesgadas..., o con intentos de suicidio.

Puede aparecer en cualquier etapa de la vida, igual que la ansiedad. La maduración lograda y la historia personal influirán en la forma de expresar y gestionar ese sufrimiento.

Síntomas de la depresión

• Gran tristeza, desinterés generalizado, disminución de la capacidad para disfrutar en la vida y en la sexualidad, sentimientos excesivos de desvalorización, soledad, llanto, irritabilidad, desesperanza, culpa inapropiada
• Cansancio continuado, problemas para dormir, para concentrarse, dificultades en la orientación temporal, sensación de que el tiempo pasa muy despacio. Trastornos digestivos, dermatológicos, etc.
• Agitación o enlentecimiento psicomotor, pensar y hablar lentamente y con esfuerzo, problemas para comer, en el peso corporal, etc.

La depresión incide en el funcionamiento físico. Si se mantiene en el tiempo favorece la aparición de enfermedades que pueden ser graves, debido a la relación de la emoción con los sistemas inmunitario y endocrino-metabólico.

En las depresiones graves y profundas la atención se puede centrar en el cuerpo, por ejemplo, con el temor de enfermar. Aparecen sentimientos de culpa inapropiada, que pueden estar tapando otros sentimientos de rabia, hostilidad o resentimiento. La vida pierde su sentido y el riesgo al suicidio aumenta.

Causas de la depresión

Se suele identificar una causa desencadenante, por ejemplo: enfermedades, efectos de sustancias tóxicas, experiencias traumáticas, muerte de un ser querido, pérdida de trabajo, de ideales, de amigos, o ruptura de pareja.

Otras veces no es tan fácil, pues puede tener causas múltiples, originadas tanto en el presente como en el pasado y algunas de ellas no ser conscientes. El desamparo, la separación, la pérdida y las heridas en la autoestima, son fuentes fundamentales de depresión.

En la depresión profunda la pérdida principal está en el interior de uno mismo, la autoestima está dañada, y no es fácil reconocer el origen del sufrimiento, ni salir de ese estado en el que "nada vale.

Tratamiento de la depresión

Es necesario desahogarse en un espacio adecuado, para poder drenar dolor y comprender las causas actuales y pasadas. Así se liberan enriquecidos los recursos personales y se genera el cambio hacia una mejor calidad de vida.

La ayuda de los seres queridos y de la medicación, pudiendo ser necesarias suelen no ser suficientes. Por otra parte, la persona al hablar libremente en las sesiones de psicoterapia, abre un espacio de trabajo conjunto con el terapeuta, que le permitirá sentirse mejor y conseguir cambios más profundos y estables.

El proceso no se puede estandarizar, ni tampoco los logros. No hay dos personas iguales. La psicoterapia es la mejor forma de cuidarse, de evitar recaídas y de lograr: pensar, funcionar, disfrutar, querer mejor y sufrir menos.